Un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) realiza una investigación sobre el caballito de mar (Hippocampus ingens) en la Bahía de La Paz, para generar datos de prospección biológica, densidad y distribución poblacional y aspectos biológicos, como su reproducción y crecimiento.
De acuerdo con los especialistas, existe gran desconocimiento sobre estos animales marinos, a pesar de tener una alta demanda comercial. Por esta razón, su idea es estudiar su estatus y también hacer trabajos de cultivo para intentar repoblar la especie.

En una primera etapa, el estudio se integró de censos visuales en ocho localidades costeras de la Bahía de La Paz, desde San Juan de la Costa hasta Puerto Pichilingue. Posteriormente, se eligió un área de 0.380 kilómetros cuadrados para realizar una muestra de prospección poblacional de la especie.

En la siguiente etapa, se examinaron las estructuras marinas en donde se encontró un mayor número de especímenes, como plantas, piedras, corales o estructuras antropogénicas, y la salud de esos sitios, con el objetivo de identificar la preferencia de hábitats marinos del caballito de mar. Los datos indicaron un mayor número de caballitos de mar en los ecosistemas rocosos y marinas portuarias.
Además, mencionaron que en esas zonas, de acceso libre para los humanos, hay exceso de nutrientes que los organismos marinos aprovechan y están protegidos contra el oleaje, posibles razones por las cuales los caballitos de mar prefieren estos sitios.
Los investigadores observaron que esta especie llega a encontrarse a profundidades de hasta 70 metros. También realizaron análisis de la microbiología para comprender sus interacciones en el campo y descubrir su potencial biotecnológico. Examinaron isótopos estables de nitrógeno y carbón para determinar el tipo de alimentos que consumen y comprobar si la especie es un depredador tope, omnívoro o herbívoro.
Derivado de esos estudios, en especímenes adultos se detectaron 280 cepas bacterianas, de las que en algunas se identificó una actividad antiepibiótica que inhibe el crecimiento de organismos externos al caballito de mar. Esa característica los hace pensar que, en su epidermis, tienen una sustancia que evita la fijación de otros organismos.
De esos compuestos, se derivan aplicaciones biotecnológicas como aislantes para estructuras marinas, muelles o embarcaciones, que los protege de balanos y compuestos para el desarrollo de probióticos para cultivos de peces y camarones.
Ahora, los científicos trabajan para aumentar el índice de sobrevivencia de las crías, el cual sigue siendo bajo a causa de múltiples factores, como el tipo de tanques en los que se cultivan los organismos, material y dimensiones de los que están hechos, temperatura del ambiente y alimentos para los caballitos de mar, entre otros.
Fotografía de encabezado: Agencia Informativa Conacyt