Investigadores del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, pronosticaron ocho huracanes en el Océano Pacífico, y de cinco a seis en el Golfo de México y Mar Caribe para los siguientes meses.
De acuerdo con los especialistas, en México la temporada de huracanes inició el 15 de mayo en el Pacífico, y en el Caribe comenzará el primero de junio; se extenderá hasta el 30 de noviembre, aunque puede haber algunas variaciones en las fechas.
Los pronósticos están basados en registros históricos. Se estiman en promedio de 11 a 12 tormentas en el Golfo de México, aproximadamente seis de ellas se tornarán en huracanes, con al menos tres de categoría mayor.
Del lado del Pacífico, se esperan alrededor de 16 tormentas, ocho se convertirán en huracanes.
Ahora bien, además de permitirnos estar prevenidos, ¿por qué es importante hacer este tipo de pronósticos?
Estos fenómenos influyen en la distribución de la energía solar en la Tierra; según los expertos, la forma en que se recibe la radiación no es uniforme, sino que se da en mayor medida en los trópicos y menor en latitudes altas; los fuertes vientos de los huracanes ayudan a redistribuir esa radiación y llevarla de zonas tropicales a latitudes altas.
Otro aporte son las precipitaciones. Muchas zonas del país dependen de las abundantes lluvia de estos sucesos. Además, inicia una época de acopio de agua, pues se recargan los acuíferos y las presas.
Por supuesto, los expertos indican que se debe tener cuidado de, por ejemplo, llenar las presas si los vientos son muy fuertes. Las lluvias intensas producen inundaciones, los impetuosos vientos dañan las infraestructuras. Existe además la marea de tormenta; es decir, una elevación en el nivel del mar asociada al empuje del aire.
Por todo lo anterior, en el CCA se analizan los registros históricos y se generan estadísticas para saber el tipo de trayectoria, afectaciones, intensidad y daños producidos por huracanes. Son analizados mediante modelos de pronósticos del tiempo, que orientan a los científicos sobre cómo evolucionará la atmósfera; y revelan la probabilidad, aunque con cierto grado de incertidumbre, de su formación para dar el seguimiento adecuado.
Es importante tomar en cuenta esta información y recordar que en México existe también el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), que cada año comparte consejos para evitar riesgo.