Cuando llega diciembre, me gusta hacer un recuento de lo sucedido en el año; ser consciente de lo mucho que puede suceder en tan poco tiempo y de los resultados del esfuerzo diario. Disfrutar los logros, reconocer los cambios; aprender de los errores, de aquello que no salió como esperaba, pero que, al final, dio paso a algo nuevo, y que, muchas veces, me obliga a rectificar mis métodos, mis herramientas, e incluso mis objetivos.
Gracias a lo anterior, me descubro como una niña curiosa aún; con la necesidad de saber cómo funciona el mundo; con la sorpresa de entender; con la emoción por seguir aprendiendo, y la fuerza para seguir avanzando.
Me inspiro de cada persona que aparece en mi vida, sea de manera momentánea o para quedarse; de las mentes brillantes que trabajan para explicarnos más acerca de nosotros mismos y del lugar en el que estamos; de aquellos que, a través de las diferentes ramas académicas, científicas y humanas en las que se desempeñan, hacen, cada día, de cada año, un trabajo que debe ser reconocido. Asimismo me inspiro de ustedes, de los aficionados a la ciencia, de los curiosos, de quienes preguntan todo el tiempo, y de aquellos quienes buscan la oportunidad para acercarse a algo nuevo.
Hoy les agradezco su permanencia en este sitio; su apoyo, sus comentarios, su atención. Les deseo felices fiestas y un 2018 lleno de éxitos, curiosidad, aprendizaje, de muchas preguntas, y de mucha tranquilidad.
Los invito a seguir apoyando este proyecto, porque Lucy en la ciencia está trabajando para tomar nuevos y mejores rumbos, para expandirse y ofrecer mejores contenidos; pero también para acercanos al quehacer científico y a un reconocimiento continuo de los esfuerzos de investigadores, académicos, estudiantes, y de todas aquellas personas que saben que la ciencia también es la respuesta para un mundo en paz.
Disfruten cada día, abracen sus talentos, crean en sus proyectos, sean agradecidos, trabajen en equipo, y aprendan de todo y de cada persona que en su camino.
Mis mejores deseos,
Lucy E. Miguel