El 3 de diciembre a las 12 horas del este de Estados Unidos, OSIRIS-REx comenzó su viaje a Bennu, un asteroide que orbita entre la Tierra y Marte a unos 160 millones de kilómetros del Sol.
Lo interesante de Bennu es que, aunque ahora no se encuentra en el cinturón de asteroide, los astrónomos creen que lo estuvo en algún momento.
Las hipótesis sugieren que Bennu fue parte de un asteroide mucho más grande; que llegó a su fin hace tiempo, entre 700 millones y 2 mil millones de años durante una colisión gigante. Como resultado, se formó Bennu, y probablemente otras piezas. Desde ese momento, Bennu comenzó a acercarse de forma paulatina hacia el Sol.
Con la misión de OSIRIS-Rex, los científicos esperan aprender más sobre los primeros días del sistema solar, pues los asteroides son los escombros una vez formado un planeta.
En particular, Bennu es un subconjunto raro llamado asteroide de tipo B; es decir, debería contener compuestos orgánicos y arcillas húmedas en él, lo que lo haría parecer a la Tierra cuando comenzó la vida.
La sonda OSIRIS-REx regresará a nuestro planeta en marzo de 2021 para depositar las muestras que recolecte en laboratorios terrestres.