«No poder controlar el brote ni comprender el alcance y la extensión de la amenaza se debe a una falta de reconocimiento de la ciencia básica y una inversión insuficiente en ella», escribió Farhad Manjoo en un artículo titulado «El coronavirus es lo que pasa cuando se ignora la ciencia«.
Después de leerlo, reafirmé que poner atención a la ciencia es crucial, no solo durante una contingencia como la que estamos viviendo, sino en la cotidianidad.
«El tiempo de coronavirus» es una excelente oportunidad para replantear nuestra postura ante las recomendaciones de expertos científicos y «dejar de menospreciarlas, ignorarlas y reprimirlas». Es el momento para darnos cuenta de que las medidas preventivas son acciones que se nos han aconsejado desde hace varias décadas gracias, precisamente, a investigaciones y descubrimientos (¿o es acaso la primera vez que nos enteramos de por qué es importante lavarnos las manos?).
Si tuviéramos presente a la ciencia en la vida diaria, como resultado evitaríamos el pánico, algunas personas dejarían de decir que lo único que se propaga es el amor y, más importante, nos daríamos cuenta de que aún estamos a tiempo para hacer frente tanto al coronavirus, como al cambio climático, a enfermedades contagiosas; atenderíamos la salud mental, e incluso entenderíamos cómo la ciencia tiene un papel fundamental en el crecimiento económico de un país (solo por mencionar algunas ventajas).
Ya lo mencionaba Marcelino Cereijido en su libro La ciencia como calamidad: ir en contra del analfabetismo científico es contribuir a la conformación de una ciudadanía desde una formación cultural de la ciencia. Por eso, y aunque la tarea es difícil cuando desde el gobierno hace falta cultura científica, los invito a darle una oportunidad, a divertirse, descubrir y conectar con ella.
En la actualidad hay cada vez más espacios y herramientas para acceder al conocimiento. Si aún no los conocen, durante los siguientes días, en Acción y Reacción, dejaremos sugerencias para que se entretengan, aprendan, cuestionen, jueguen y compartan, durante la cuarentena y después.
Finalmente, recuerden permanecer en sus casas y, tener hábitos como:
- lavarse las manos;
- estornudar o toser en la parte interna del brazo;
- mantener hogares y lugares de trabajo limpios;
- alimentarse adecuadamente y hacer ejercicio con regularidad;
- no contribuir al desabasto;
- NO AUTOMEDICARSE;
- verificar las fuentes de información,
- y, si hay dudas, preguntar.