Al poliestireno expandido, mejor conocido como unicel en el centro de México, lo encontramos en muchos lados: en paquetes de comida, cuando recibimos algún aparto electrónico, en la construcción y ahora, más que en cualquier otro momento, para mantener en buen estado y protegidas a las vacunas contra la COVID-19.
Este material, compuesto por un 95 % aire y 5 % plástico, derivado de un polímero que se obtiene del petróleo, vio la luz por primera vez en 1949(1), casi 20 años después del descubrimiento del polietileno. Las ventajas que se le han encontrado desde entonces están relacionadas con bajos costos, peso liviano y propiedades físicas aislantes. Gracias a estas características, es posible utilizarlo como aislante térmico y acústico, en el traslado de medicinas, órganos y plasma a una temperatura adecuada; así como en la protección de alimentos.
En el marco del Día Mundial del Reciclaje, que se celebra cada 17 de mayo, se inauguró la exposición virtual «El Unicel en nuestras vidas», con el objetivo de visibilizar al importancia de este material en nuestra cotidianidad y de los procesos actuales para su reciclaje.
La exposición fue iniciativa conjunta de las empresas Rennueva, Marcos & Marcos y Dart de México, las cuales han tenido como labor la promoción de manejo de residuos de poliestireno y han abogado por una economía circular. En esta puesta se observan 30 imágenes que reflejan el impacto, uso, relevancia del unicel y, por supuesto, su proceso de reciclaje desde lo más básico como el acopio hasta la creación de nuevos productos.
«El unicel en nuestras vidas» estará disponible durante mayo a través de la plataforma art steps en este enlace. Para una mejor experiencia, se sugiere descargar la aplicación ArtSteps disponible para iOS y Android.