Con información y fotografías de Agencia de noticias Conacyt
Investigaciones realizadas en el Departamento de Toxicología del Cinvestav indican que la exposición a los contaminantes de la Ciudad de México es un factor que causa enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio, el nervioso central, el cardiovascular y el renal.
Andrea de Vizacaya Ruíz, líder de estos proyectos, explicó que sus investigaciones se basan en estudiar el material particulado de los contaminantes, en sus fracciones finas y ultrafinas, debido a su gran capacidad de penetración en las vías respiratorias y otros sistemas con efectos graves en la salud.
Los estudios realizados muestran un daño en tejidos lejanos (como el cerebro, aorta, corazón) al sitio de ingreso (vías respiratorias y pulmones) del material particulado. Además se demuestran que la salud de órganos como el riñón también se ve comprometida a la exposición de partículas y podría provocar el deterioro renal temprano.
“Nuestras investigaciones se han enfocado al uso de modelos biológicos in vitro e in vivo para caracterizar los efectos adversos de la exposición a los contaminantes. Aportamos información de cómo las fracciones de partículas tienen un efecto tóxico dependiendo del tamaño, tiempo de exposición, composición y cómo estos factores influyen en las respuestas biológicas de estrés oxidante e inflamación, impactando la función respiratoria o cardiovascular, en general alterando la homeostasis”, aseguró la investigadora.
Algunas de las respuestas biológicas identificadas son:
1. La exposición corta (tres días) y media (ocho semanas) a partículas gruesas no induce un proceso de estrés oxidante en tejido pulmonar; sin embargo, partículas finas y ultrafinas inducen la activación de elementos de la respuesta antioxidante en el tejido pulmonar y además este efecto puede transcender a otros tejidos lejanos del pulmón como es la arteria aorta.
2. En muestras de cerebro, observaron que estructuras como el bulbo olfatorio, la corteza prefrontal, el neoestriado e hipocampo son susceptibles a la toxicidad tres tipos de partículas de la ciudad, e inducen la expresión de genes antioxidantes y de inflamación.
3. Independientemente del tamaño de partícula se pueden inducir alteraciones moleculares capaces de contribuir al deterioro temprano del encéfalo y exacerbar el desarrollo de enfermedades neurológicas, como Parkinson y Alzheimer.
4. Se contempló que la exposición a partículas finas induce cambios en los receptores de neurotransmisores como dopamina y serotonina en el neoestriado; estos efectos producen cambios bioquímicos que podrían contribuir a modificaciones conductuales y de aprendizaje.
Por último, indica la especialista que, de de los contaminantes identificados por la OMS como perjudiciales para la salud y el bienestar humanos, el material particulado ha tomado gran interés en la comunidad científica mundial, ya que no hay límite o nivel seguro para evitar los efectos nocivos de las partículas, por lo que se recomienda disminuir sus concentraciones tanto como sea posible.